"Que mala prensa ha ido cogiendo la histórica etiqueta del "pop-rock". Lo que nacía como aleación no siempre ponderada de melodías y guitarrazos, de rabias y juegos melódicos, ha ido degradándose poco a poco hasta convertirse en una etiqueta del que todo autor rehuye. Nadie tiene la culpa de ello, pero nadie hizo nada para salvarla.
No tendría la osadía de afirmar que Correos son los elegidos para volver a enamorarse de esa denominación con su primer disco. Aún es pronto, son sus primeros pero firmes pasos en estos mundos discográficos. Pero su refrescante aparición nos ha permitido recuperar las buenas sensaciones respecto a la calificativo musiquero. Ahora podemos volver a afirmar que nos encanta el pop-rock. Si esa mezcla tiene como ejemplo a este trío donostiarra.
Y el vino ha ido macerando poco a poco, sin esas urgencias que todo lo desbordan. Sobre una base popera que lo mismo miraba a la Inglaterra indie como a los clásicos nacionales de los decenios pasados, aquellos que hacían canciones eternas. Una receta que encandiló a público y jurado profesional del histórico certamen "Ciudad de San Sebastián", una muestra dedicada a mostrar las más atractivas formaciones guipuzcoanas. En su primera aparición llegaron a lo más alto del cajón. Lo que en nuestro mundo se conoce como "una foto ideal".
Contentos por la repercusión, Correos se encerraron en el local de ensayo para ir dando forma a estas canciones que ahora escuchan. Unas cartas sonoras a las que la cercanía de los amplificadores y los innumerables conciertos por toda la península fueron haciendo cada vez más recias y directas. Tocaba elegir un lugar para pulir y abrillantar: Y la opción estaba clara desde el principio. Había que ir a los Estudios de Iker Piedrafita en Pamplona. Sí o sí. Sólo allí se conseguiría, como la historia no para de demostrarnos, esta unión perfecta entre guitarras y melodías que ahora presentamos.
Singles intachables ("cientos y cientos", "muy lejos"), canciones perennes ("Del mundo al revés" con la colaboración de Iker Piedrafita), "lirismos de estadio" ("El barranco", "Toda la verdad", "El silencio", "ojos nuevos") que tanto les aplaudimos a los foráneos. Con tanta electricidad como encanto. Con tanta armonía como furia . Inquietas y pegadizas. Con letras directas y a ratos oscuras ("Marte" con la colaboración de la voz de Enrique Villareal "El Drogas"), como nos gustan a los amantes de la música.
Yo no dije punk de radiofórmula. Yo no dije peinados y chapas. Yo hablo del eterno pop-rock. Una colección de canciones en las que sobresalen muchas. Un señor Álbum, que decían los sabios."
Juan Luis Etxeberria